domingo, 29 de mayo de 2011

Reflexión en torno a una descripción literaria

En el libro "Conversaciones con Goethe" de J.P. Eckermann leemos lo siguiente:

"Viernes, 11 de marzo de 1831. Almuerzo con Goethe entre conversaciones de lo más dispar.
  - Constituye una peculiaridad de Walter Scott que sean precisamente sus grandes méritos en la descripción del detalle los que tiendan a degenerar en una equivocación - observó -. Así, en el Ivanhoe aparece una escena nocturna en la que los personajes están sentados en la sala de un castillo cuando llega un forastero. A mí me parece bien que nos describa al forastero de la cabeza a los pies, haciendo constar cuál es su aspecto y cómo va vestido, pero se me antoja un error que también nos describa sus pies, sus zapatos y sus medias. Cuando estamos sentados a la mesa en plena noche y alguien entra en la habitación, lo único que podemos ver de él es el torso. Pero si describo sus pies, es como si de repente se colara la luz del día en la estancia, con lo que toda la escena pierde su carácter nocturno.
  Estas palabras me parecieron muy convincentes y tomé nota de ellas para futuras ocasiones."

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